Alto y bajo clero
[1] El clero forma parte de los tres estamentos.Colocando al clero y a la nobleza en el segundo estamento.[2] Las ventajas que proporcionaba la pertenencia al clero, su estrecha vinculación con los estudios universitarios, y la facilidad con que se accedía a las órdenes menores incrementó de forma notable el número de "abates" (incluso existían los "clérigos de corona", que tras recibir la tonsura, no toman órdenes menores ni mayores, pero pueden gozar de beneficios eclesiásticos),[3] mientras que la "cura de almas" podía no estar suficientemente atendida.Dentro del clero secular, el alto clero se identifica con el clero catedral y el clero colegial (los clérigos de las catedrales y de las colegiatas -véase también canónigo y cabildo-); y el bajo clero con el clero parroquial y el clero beneficial (los clérigos a cargo de las parroquias y los que poseen un beneficio eclesiástico, aunque obviamente, según la importancia de la parroquia -algunas con categoría de arciprestazgo- o de los beneficios, que en algunos casos incluso se podían acumular, la importancia del clérigo podía ser mucho mayor -véase también presbítero y órdenes menores-).En la jerarquía eclesiástica, por encima de todos ellos está el "clero de primer orden": el Papa, los cardenales, obispos, arzobispos y demás prelados.