Formado en la Real Academia de San Fernando de Madrid, donde coincide, entre otros, con Salvador Dalí, su carrera se desarrollará en torno a la docencia y fundamentalmente a la práctica pictórica.Su mundo interior, su independencia y la fuerza expresiva del artista, han hecho que la crítica considere a Benito Prieto como “El pintor de la soledad reflexiva”, según José García Román.Las primeras experiencias artísticas le llegan casi jugando, cuando le dejan utilizar los utensilios del pintor tardo romántico Dionisio Fierros, a cuya casa acudía el joven en compañía de Dionisio Gamallo Fierros, su nieto, que llegó a ser gran literato y humanista, y que compartió con Benito amistad e influencia mutua desde aquella niñez hasta el resto de sus vidas.Las incipientes obras pictóricas del joven Benito Prieto, sin duda influenciadas por los clichés de los modelos de tipos populares fotografiados por su padre, apuntan ya las maneras del futuro artista, con obras ya muy depuradas.Tuvo maestros tan prestigiosos como Cecilio Plá, Manuel Benedito, José Moreno Carbonero y Julio Romero de Torres, y compañeros tan singulares como Salvador Dalí, con quien Prieto mantendría una tormentosa relación amor-odio desde entonces.Allí participa en los novedosos sistemas pedagógicos impulsados por la República y desarrolla toda su inquietud didáctica experimental.Aquel oscuro episodio de la cárcel marcará profundamente el carácter y la sensibilidad del artista para toda su vida.Dentro del inconformismo que caracteriza su quehacer artístico, la obra de Prieto se va haciendo cada vez más exigente.En este último cuadro trabajó el pintor durante más de veinte años.La obra más representativa de Prieto Coussent es sin duda Cristo en la Cruz, datada en 1948, cuadro que marcó drásticamente su carrera.Además, el pintor encontró numerosas y muy serias dificultades que hicieron más difícil aún el proyecto.Fue incluso llamado ante un tribunal de teólogos, presidido por el cardenal D.Agustín Parrado García, para explicar o defender el proyecto.Finalmente, la primera versión del cuadro (llegó a pintar otras tres más) fue expuesta en la Exposición Nacional de 1948.La obra obtuvo medalla en aquel certamen, aunque el autor renunció a tal honor y al premio para poder mantener la propiedad sobre el cuadro.La tercera versión, el Cristo de la Paz, hoy en paradero desconocido, ofrece algunas diferencias formales sobre las anteriores.Desde el punto de vista antropomórfico, Prieto realizó numerosos estudios ante el natural sobre modelos vivos y muertos.Sus modelos, entre otros muchos, fueron Ramón Menéndez Pidal, Antonio Vallejo Nájera, Ignacio Barraquer, Gregorio Marañón, Francisco Javier Sánchez Cantón, Juan Ossorio Morales, Antonio Bienvenida o El Cordobés, personajes y personalidades que profesaron profunda admiración para con el pintor.F. Gil Tovar escribió: “Si hubiera que hacer una definición telegráfica de Benito Prieto como pintor, podría decirse: Magnífico dibujante.
Retrato del anarquista Jerónimo Rodríguez, condenado a muerte, reo en la cárcel de Tuy
. (1937)
Cristo en la Cruz. También llamado Cristo crucificado o Segundo Cristo.
, 1951.
Cristo de Kennedy. También llamado Cuarto Cristo.
, 1963.