Allen Gardiner

Por otro lado, un buque chileno se estableció en el mismo lugar e inició negociaciones con los indígenas para convertirlos al catolicismo.

Viajó por el norte de la Argentina vendiendo Biblias en idioma inglés, y terminó su camino en Buenos Aires.

De paso por Montevideo se hizo amigo y obtuvo la protección del poderoso comerciante Samuel Lafone, pero pronto regresó a Inglaterra.

[1]​ Carentes de todo alimento, Gardiner y sus compañeros tardaron varios días en abandonar la isla hacia Tierra del Fuego, debido a que las lanchas metálicas eran muy inadecuadas para maniobrar en un mar ventoso.

[1]​ A fines del siglo XIX, su hijo, Allen W. Gardiner, continuó la obra anglicana en el Sur de Chile, fundando en 1895 la Misión Araucanía.