James Witherdale, un vampiro rastreador, se propuso cazarla, ya que el olor de su sangre lo atraía enormemente.
Cuando los Cullen se marchan de Forks en Luna Nueva, Alice decide investigar sobre su vida humana en Biloxi.
La más jovial y contenta con su existencia vampírica en la familia, tal vez porque ha comenzado a vivir de una forma.
Disfruta ayudando a Bella en todo, comprándole ropa, haciéndole regalos, dándole buenos consejos de moda, etc., como una gran amiga y hermana.
Puede ver el futuro, aunque su don no es perfecto: las visiones cambian según las decisiones de las personas implicadas.
Es decir, según Meyer, Alice solo podría ver visiones sobre humanos y vampiros, pues ha pertenecido en algún momento de su vida a estas razas.
Si intentase ver el futuro de cualquier otra raza le produce migrañas (algo que no ocurre en vampiros, pero ella ha demostrado que no es en absoluto el estereotipo de vampiro común).