Alianza de las fuerzas del trabajo y de la cultura

Surge en la segunda mitad de los años 1960, en una etapa marcada por el mayo del 68 y del crecimiento de las movilizaciones obreras y estudiantiles.

[1]​ Esta alianza se plantea en un contexto histórico en el que la continua pérdida en el peso del sector agrícola en España a favor de la industria ponía en cuestión la alianza postulaba por Lenin entre obreros y campesinos, simbolizada por la hoz y el martillo.

[4]​ Carrillo presentó el concepto en 1967 en Nuevos enfoques a problemas de hoy.

[nota 1]​ En Eurocomunismo y Estado (1977)[nota 2]​ lo empleó en un contexto más amplio,[5]​ recuperado el concepto gramsciano de la hegemonía: Asimismo, la idea se discutió profusamente en el seno del PCE, como queda reflejado en varios números de la revista Revolución y Cultura de principios de los años setenta.

[8]​[9]​ El PCE ganó presencia en universidades y colegios profesionales[3]​ y aupó a numerosas figuras de la cultura con el objetivo de extender sus ideas desde el ámbito intelectual a otras capas de la sociedad.