Alfredo Flores
Siempre como piloto privado, haciendo también las funciones de mecánico, Flores no contó nunca con el apoyo económico como para obtener una motocicleta competitiva (una de las primeras que tuvo fue una New Hudson de 350 cc que le compró su padre en 1932).[4] Por este motivo, y a pesar de su calidad como piloto, casi nunca pudo destacar en ninguna carrera internacional, donde acstumbraba a avanzar a los mejores pilotos extranjeros en las curvas pero volvía a ser adelantado en las rectas por esos mismos pilotos, gracias al poder de sus motos.[5] Después de Guerra civil española se exilió a Francia y tuvo que permanencer una temporada en un campo de concentración.Una vez de vuelta en casa, retomó su carrera deportiva y llegó a ganar tres campeonatos españoles en la cilindrada de 350 cc. (1955, 1957 y 1958).[6] Su afición por la motocicleta le duró toda su vida: en 2001, a los 86 años, se compró la última que condujo.