Alfred Tomatis

Consagró lo esencial de su vida profesional a estudiar los procesos que ligan la escucha al lenguaje.

Alfred Tomatis definió las tres leyes del 'Efecto Tomatis, para «optimizar la capacidad de comunicación de la que dispone cualquiera, dando o volviendo a dar al sujeto, lo más rápidamente posible, su plena autonomía».

Siendo otorrinolaringólogo e hijo de cantante tuvo que trabajar con artistas cuya voz se había roto.

En estas personas notó que bastante a menudo también sufrían una muy clara deformación de la voz.

Para ello utilizó dos montajes: - el primero permitió visualizar la descomposición armónica de los sonidos emitidos (análisis espectral) mediante un micrófono y un analizador.

Para realizar en la práctica este proceso, A.Tomatis puso en marcha un aparato que en adelante vino a llamarse oído electrónico de efecto Tomatis.

o bien, en un lenguaje más específico: la laringe solo emite los armónicos que el oído pueda escuchar.

Es necesario saber que los sonidos se trasmiten al cerebro por dos vías: por percepción ósea y mediante la vía aérea.

Permite, con este procedimiento, "sobreimponer" al sujeto esta forma de escuchar, obligándolo así a percibir los sonidos siguiendo la acomodación deseada.

Thourel, del Akousmatix, así como Spirig o Bouchet, reconocían el principal aporte recibido de Tomatis, incluso si modificaron ciertos elementos para apuntar hacia alguna mejora.

También es conocido que los audio-protesistas de Burdeos (en cooperación con la IUT) han preparado un entrenamiento para la ayuda auditiva a sordos mediante CD grabados (para evitar el "efecto cajón" ('l'effet tiroir')).