Sus buenas actuaciones en la «U» lo llevaron rápidamente a ser titular en la selección chilena de Fernando Riera que se preparaba para el Mundial de 1962, pero una gira con el Ballet Azul a México cambió la historia, pues sufrió una fractura de tibia y peroné ante el Monterrey —justo cuando llamaba la atención de clubes como River Plate de Argentina y un par de ofertas desde España—.
Fue él mismo quien se sinceró con el DT Riera y le dijo que no alcanzaría a llegar al torneo, por lo que dejó su cupo a otro compañero que estuviera mejor preparado.
Desde entonces, nunca recuperó su gran nivel y cedió su puesto en la selección chilena a Eladio Rojas.
En total jugó 142 partidos oficiales con la camiseta de la Universidad de Chile y anotó 14 goles.
Fue campeón de los Torneos nacionales en 1959, 1962 y 1964.