Las autoridades coloniales españolas lo apresaron y deportaron a España.
Al transcurrir los años de la Tregua Fecunda (1880-1895), Goulet se vinculó a las distintas conspiraciones independentistas en Cuba.
Participó activamente en la fallida conspiración llamada Paz del Manganeso, en 1890.
Fue ascendido a Comandante en abril de ese mismo año.
Como epílogo de esta historia, cabe mencionar que las fuerzas cubanas alcanzaron la victoria en Peralejo.