[3] Los barreros, de los que saca la arcilla para trabajar, suelen estar cerca del poblado.
El horno, en los casos más primitivos, se limita a tres piedras formando un cerco para la fogata o un pequeño hoyo en el suelo que le servirá de brasero.
[4] Las alfareras trabajan preferentemente en primavera, estación que permite un secado regular de las piezas.
[8] En Argelia, la alfarería femenina producida antaño en Cabilia, ya solo se halla en los museos.
En la región de Senejane (Túnez), la pureza cultural tradicional ha sucumbido a la infección turística.
Son un grupo poco numeroso, alfareras ocasionales, no profesionalizadas ni organizadas; los intentos de creación de talleres han fracasado porque tradicionalmente la alfarera rifeña trabaja sola, en su casa y cuando le dejan sus muchas otras ocupaciones.