En ese 1898 asumió como director del coro, cargo en el cual se mantuvo hasta 1913, combinando sus actividades administrativas con las que tenía inherentes al canto.
Estas grabaciones tienen un valor excepcional porque son el único testimonio en el mundo, en formato magnético, que se tiene del canto de los castrati.
De Alessandro Moresschi nos han quedado unas grabaciones realizadas entre 1902 y 1904 (reeditada en Perla “Opal” n.º 9823 en 1984), que en conjunto llevan por nombre Moreschi, El Último Castrati.
En ella se recogen 17 fragmentos musicales del cantante junto al coro de la Capilla Sixtina.
La pieza más conocida que grabó Moreschi es el "Ave María" de Bach/Gounod.
Hay un gran fervor en el canto, la "lágrima" en cada nota y en el clímax, Moreschi lanza un SI alto natural sin esfuerzo aparente.