En su niñez mostró una memoria asombrosa y una gran afinidad por la lectura, especialmente por la poesía.
Su amistad con Chaikovski estuvo marcada por ciclos de desacuerdos, ofensas y reconciliaciones.
[4][5] Al igual que Chaikovski, Apujtin era homosexual y tenía debilidad por los hombres jóvenes, sufriendo a menudo la pena del amor no correspondido.
Chaikovski conoció a Miliukova en una soirée en casa de Jvostova en 1865, cuando esta solo tenía dieciséis años.
[7] En 1892, Chaikovski advirtió a su querido sobrino Vladímir «Bob» Davidov de que Apujtin tenía interés en él.
El gran duque Constantino Constantínovich Románov sugirió a Chaikovski que compusiese un réquiem en honor de Apujtin, inspirado en el poema de Apujtin del mismo nombre.
Seis de sus romances fueron musicados por Chaikovski,[4] entre ellos «Para olvidar tan pronto», «Reina el día» y «Noches frenéticas».