Antonina Miliukova

Pertenecían a la nobleza local, pero vivían en la pobreza.

Chaikovski nos dice al respecto en una carta que escribió a su hermana Aleksandra Davýdova durante su luna de miel: En otra carta dirigida a su patrona Nadezhda von Meck, añadió que, en compañía de sus suegros «casi todos se llevaban a matar unos con otros [...] Me resulta difícil de expresar [...] lo que un grado terribles sufrimientos morales eran mi alcance».

[2]​ Antonina conoció a Chaikovski en 1865 en la casa de Moscú de una amiga común, Anastasia Jvostova, una cantante muy conocida.

Finalmente, tuvo que abandonar sus estudios en esa institución, probablemente como consecuencia de problemas financieros.

Le escribió a Chaikovski, al menos en dos ocasiones en 1877, dos años después de haber dejado la escuela.