Ante esta situación, un tío suyo se hizo cargo de sus sobrinos, Alejandro Stefenelli tenía en ese entonces 11 años.
Cuatro años más tarde, es enviado por Don Bosco a la Patagonia para misionar y evangelizar en este territorio.
El padre Ángel Savio, por entonces vicario del obispo, envió a Stefenelli al Fuerte General Roca.
Previamente, en 1886, había estado en este fuerte el vicario apostólico de la Patagonia, monseñor Cagliero, y había comprobado que se allí se vivía en condiciones de "libertinaje", por lo que la designación del por entonces joven Stefenelli fue para misionar en el fuerte.
Hoy en día existe un barrio y una estación de ferrocarril que llevan su nombre en honor a la labor realizada por Alejandro Stefenelli en el Alto Valle del río Negro.