[2] Empezó a militar en la Unión Cívica Radical cuando Raúl Alfonsín fundó el Movimiento de Renovación y Cambio.
[2] En 1976, al iniciarse la última dictadura militar, renunció a la Universidad y se desempeñó como consultor de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial y la Organización de Estados Americanos (OEA), dedicando entre dos y tres meses al año a viajes al exterior.
[2] Las principales líneas de su gestión fueron la alimentación, los medicamentos y las obras sociales.
[2] El padrón con que se construyó el PAN resultó ineficientemente realizado; la información adicional que aportaban los municipios resultó sospechada de haber sido conformada con criterios políticos partidistas.
[4] El Programa se financiaba con rentas generales, más un aporte especial por impuestos a los cigarrillos.
Sobre la base de sus experiencias previas en la Escuela de Salud Pública, Neri diseñó un sistema que pretendía unificar las prestaciones hospitalarias y centralizar las prestaciones médicas de las obras sociales —que en conjunto eran consideradas un sistema excesivamente fragmentado y hasta anárquico— y evitar el creciente desplazamiento hacia las empresas privadas.
En el nuevo sistema, las obras sociales se independizarían de los sindicatos y actuarían como entidades autónomas.
[2] El proyecto de ley presentado por la presidencia a mediados de 1985 no era exactamente el que había propuesto Neri, ya que se les quitaba prácticamente toda su autonomía a las obras sociales y los sindicatos perdían cualquier forma de control sobre los mismos.
La idea era facilitar el acceso a los medicamentos por parte de las personas más desprotegidas, que no podían comprarlos y tampoco tenían cobertura médica.
Las compras se hacían por medio de licitaciones públicas, un sistema que no siempre resultó eficaz.
Adicionalmente, el Instituto Malbrán fabricaba algunos remedios, especialmente sueros y vacunas.