El cargo de alcalde en Chile está presente desde la Constitución de 1823, cuando se establecieron las primeras municipalidades que reemplazaron a los antiguos cabildos instaurados durante el Chile colonial.
En 1833, se reorganiza la división político-administrativa nacional, quedando de mayor a menor en provincias, departamentos y subdelegaciones.
Las municipalidades existían en cada capital de departamento y estaban compuestas por tres alcaldes y regidores (actuales concejales).
En 1979, por el Decreto Ley N° 2.868, se dividió las provincias en comunas, a partir de una readecuación y redilimitación de las comunas existentes.
En 1991, con la Transición a la democracia a través de la Ley N° 19.097, se modificó la Constitución respecto al gobierno y administración regional y provincial y a la administración comunal, estableciendo la administración local de cada comuna o agrupación de comunas en una municipalidad, constituida por el alcalde, como su máxima autoridad, y por el concejo comunal, siendo ambos cargos públicos de elección popular.