[1] Con la dominación musulmana de la península ibérica, desde 713 hasta la conquista cristiana por Alfonso VI en 1083, la ciudad de Talavera (Talabayra) llevaría a cabo la construcción del alcázar, así como de los tres recintos amurallados que ha tenido a lo largo de su historia, construidos ambos en el siglo X, y mejorados en los siglos XIII y XIV una vez reconquistada la ciudad.Es en 1369 cuando Talavera pasará a pertenecer al Arzobispado de Toledo, Enrique II dio Talavera al Arzobispo Gómez Manrique a cambio de la posesión del Alcázar.[2] Su declive comienza en ese momento que pasó a formar parte del Obispado, si bien algún arzobispo intentó restaurarlo, como Cisneros.Entre sus elementos arquitectónicos destacarían lienzos de cortinas y torres en diferentes estados.En el interior, con varios metros de escombros, quedan restos por excavar.