Albur (México)

En México y Centroamérica, el albur es un juego de palabras, más precisamente un calambur, donde los participantes hacen referencia a situaciones en doble sentido sexual o escatológico.[8]​[9]​ Dada su estructura y el machismo imperante en la sociedad mexicana,[1]​ este juego de palabras es común entre hombres heterosexuales que consideran gracioso o denigrante ser vencidos al ser asimilados como homosexuales.Durante años su uso se atribuyó sobre todo a personas de escasa educación, por lo que se le relacionaba con groserías y majaderías, con el uso siempre frecuente del lenguaje propio del caliche o caló y solo para hombres, pero por su complejidad ha atraído a no pocas personas de gran nivel cultural, las cuales buscan e incluso elaboran un albur más sutil y difícil, ya que las expresiones deben evitar toda connotación grosera o peyorativa.[14]​ Durante años fueron referentes y autoridad del Albur Un dato curioso es que en el año 1997 en el concurso Trompo contra perinolas, Lourdes Ruiz Baltazar obtuvo el primer lugar en el torneo de albures, demostrando que las mujeres también pueden alburear Así es como en el año 1998,[15]​ en la ciudad de Pachuca, se abrió el Concurso Nacional del Albur por parte de la Fundación Arturo Herrera Cabañas, A. C.[16]​ y el gobierno del estado con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.Ambos términos se utilizan tanto en el concurso como en la vida diaria, prácticamente con cualquier otro tipo de broma.