Las fuerzas comandadas por "el Manco" García fueron dispersadas cuando intentaron tomar la plaza de León.
[3] Fue fusilado el 8 de junio en Celaya, el cadáver fue descuartizado, la cabeza fue colocada en la calle conocida actualmente como La Cabecita, una mano se envió al cerro de San Miguel y la otra a Salamanca.
[4] Su primer encuentro contra los realistas se produjo en Quiriceo, contra el capitán realista Antonio Linares; su grupo de combatientes contaba con la presencia de su hermano Francisco y su primo Pedro García.
En ese combate atacaron la ciudad de Pénjamo para saquearlo e intimidar a José María de la Trinidad Hidaldo y Costilla, hermano del cura Miguel Hidalgo, subdelegado del gobierno virreinal (1759) este personaje estudió Medicina, sin terminar la carrera pero curaba.
Albino García no reconoció a la junta de Zitácuaro y continuó haciendo su guerra relámpago.
Otro uso que se hacía de la cuerda aún más perjudicial para las formaciones, especialmente cuando estas se hallaban circunscritas a un espacio reducido; dos hombres bien montados tomaban una larga y fuerte reata que abrazase la formación, las extremidades estaban amarradas a la cabeza de la silla de cada uno de los jinetes que caminaban unidos hasta ponerse a tiro; entonces se separaban por ambos flancos, picaban a sus caballos, la cuerda barría con los soldados enemigos destruyendo sus líneas y entonces la caballería insurgente caía sobre ellos haciéndolos pedazos; si la resistencia que se hallaba en la formación no era vencida en momentos, se cortaba la cuerda, y los que la tenían asida pasaban rápidamente adelante siendo seguidos por otros y otros que repelían la operación hasta desbaratar las formaciones" Estas y otras análogas eran las maneras de atacar que puso en boga Albino García y que después se hicieron de uso general en el paisanaje insurgente de México.
Su cuerpo fue descuartizado; una mano fue llevada a Guanajuato, al cerro de San Miguel, la otra que tenía estropeada y por la cual tenía el apodo de El Manco, fue llevada a Salamanca, su tierra natal, donde estuvo largo tiempo en un poste.
[6] El arquitecto Eduardo Tresguerras reunió los despojos del guerrillero y los puso en un nicho del osario de la parroquia de Celaya, aunque fueron robados y se encuentran en paradero desconocido.