Debido a la Primera Guerra Mundial, donde sirvió como médico, tuvo que interrumpir sus estudios.
Durante la Gran Guerra se disparó en un pie para abandonar el frente, hecho que le permitió finalizar sus estudios el año 1917.
Aunque Hungría se alió con las potencias del Eje, el primer ministro húngaro Miklós Kállay envió a Szent-Györgyi a la ciudad de Estambul el año 1944 para realizar negociaciones secretas con los Aliados.
Durante la década de los 1970 su búsqueda lo condujo a deducir que los radicales libres eran una causa potencial del cáncer.
Su cita más célebre: "Descubrir algo significa mirar lo mismo que está viendo todo el mundo y percibirlo de manera diferente".