El partido tuvo un destacado papel durante los meses posteriores al final de la Gran Guerra, época en la cual aumentó su membresía e influencia.
Los comunistas húngaros junto a los socialistas lograron hacerse con el poder en 1919 y proclamaron la llamada República Soviética Húngara, que gobernaría el país durante un corto período antes de que las potencias aliadas invadieran el país y depusieran el gobierno "soviético".
El partido volvió a ganar relevancia hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando los soviéticos ocuparon Hungría y derrotaron al régimen húngaro pronazi.
[1] El diario principal del PCH era el Vörös Ujság ("El diario rojo"), que apareció a comienzos de diciembre con un llamamiento a la revolución[5] socialista y rechazando el establecimiento de una asamblea constituyente y una democracia burguesa.
Tras unos meses en el poder, el gobierno de Béla Kun fue derrocado por el ejército rumano y tras ser duramente reprimido, el Partido Comunista pasó a la clandestinidad.