Así pudieron construir estas casas que podían configurarse como construcciones precarias, de fácil demolición.
Los condes exigieron que se edificaran las casas a la piedra seca, sin utilizar mortero.
Estos eran realizados con la maestría lograda para la construcción del trullo y gracias a ellos se identificaba al artesano.
La cúpula tiene forma de trullo y se integra perfectamente con los edificios que la rodean.
Entre las especialidades gastronómicas locales se encuentran los dulces de almendras, las pettole, le cartellate y los amaretti.