Ahmed Ben Salah

Cursó la educación secundaria en el prestigioso Colegio Sadiki, en la ciudad de Túnez, y posteriormente en Francia en los años 40.

Una vez terminados sus estudios, comenzó su carrera en la acción política, siendo el presidente de la facción joven desturiana y en 1947 trabajando desde Francia para asegurar la conexión entre el partido nacionalista Néo-Destour y su líder Habib Burguiba (que se encontraba exiliado en El Cairo), y Moncef Bey (en residencia vigilada en Pau, Francia), y posteriormente en la acción sindical, formando parte de La Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT) en 1948.

Las llamadas “Perspectivas decenales” afirmaban en su preámbulo que Túnez optaba por el socialismo, y expresaban como objetivo la “descolonización de la economía nacional” mediante la integración del sector colonial y la “tunificación” de enclaves extranjeros residuales en la economía.

La meta final era la movilización sistemática y estructurada de la ayuda internacional a Túnez, la planificación del desarrollo con proyectos concretos y cifras de producción para reducir la desigualdad de la renta que caracterizaba a la estructura tunecina del momento, y asegurar la autosuficiencia de la economía tunecina para lo cual el plan restringía las inversiones exteriores netas al 50% del total.

El incumplimiento de dicho acuerdo deteriora aún más las relaciones franco-tunecinas.

También se crearon o ampliaron empresas públicas en el sector industrial con capital exterior.

El descontento de la población se extendió a otros sectores a medida que el plan decenal se aplicaba, ya que las empresas públicas eran mal gestionadas, poco competitivas y deficitarias y en 1968 todo el sector comercial e industrial se vio afectado.

Sin embargo los pequeños agricultores fueron los principales perdedores de la experiencia socialista, ya que por un lado, se vieron forzados a integrarse en cooperativas creadas para y por la burocracia, que provenía de la pequeña burguesía, y por otro lado se vieron especialmente afectados por la «gran reforma agraria» tras la experiencia de Ben Salah, en la que se expropió a los pequeños agricultores (fellahs) a beneficio de la gran burguesía terrateniente.

Esto ocurrió ya que al integrarse en cooperativas, los pequeños agricultores habían vendido sus medios de producción(vacas, arados…), y al llegar la reprivatización, se les devolvió la tierra, pero como ya no tenían medios de producción ni fondos para invertir en semillas o grano, la mayoría se vieron obligados a endeudarse, y finalmente, a vender sus tierras a los grandes terratenientes con quienes se endeudaron y para quien empezaron a trabajar como obreros agrícolas (khammès) en las que habían sido sus tierras.

[12]​ Ben Salah consiguió escapar de la prisión en Túnez en 1983 y viajó a Argelia, donde se le concedió asilo político.

En mayo del año 1988, un año después del cambio de régimen que alzó en el poder al nuevo presidente en Túnez, Zine el- Abidine Ben Ali, Ben Salah recibió perdón y pudo volver a su país de origen tras 15 años de exilio.

En 1989 Ben Salah solicitó legalizar su partido, el Partido de la Unidad Popular, pero fue ignorado, y en 1990 se vio de nuevo obligado a exiliarse, no siendo hasta el año 2000 cuando pudo volver a Túnez definitivamente.

Ahmed Ben Salah
Ahmed Ben Salah (en el centro) junto a Habib Bourguiba
Ahmed Ben Salah junto a Habib Burguiba en un mitin en el año 1963