Al llegar las tropas nacionales allí, se trasladaron a Ariza, donde permanecieron hasta el fin de la contienda.
[5] En octubre de 1962 fue promovido a capitán y en 1964 se diplomó en el Estado Mayor del Ejército.
[7] Durante los primeros años de la Transición española formó parte del gabinete del Vicepresidente para Asuntos de Defensa, donde se mostró contrario a las reformas de Manuel Gutiérrez Mellado.
[10] Si bien, en las horas posteriores al Golpe de Estado, Muñoz-Grandes Galilea se comunicó telefónicamente con diversos mandos intermedios —comandantes y tenientes coroneles— repartidos por cuarteles de toda España, a los que conocía por razones generacionales, para informarles de lo que estaba sucediendo en el palacio de la Zarzuela; y redactó el télex que el rey envió al general Jaime Milans del Bosch con la orden de que retirara el estado de Guerra en Valencia y depusiera su actitud.
[18] Muñoz-Grandes se oponía a un falso pacifismo que trata de equiparar al Ejército con una ONG humanitaria.
Pese a que desarrollan una innegable labor humanitaria, su misión fundamental es estar preparados para combatir si se hace necesario en alguna ocasión.