La aguja hipodérmica fue inventada en 1853 por Alexander Wood, médico de Edimburgo, cuya esposa padecía un cáncer incurable, precisamente para inyectarle morfina.Lo anterior contrasta con información otorgada por la Universidad de Edimburgo (https://www.ed.ac.uk/alumni/services/notable-alumni/alumni-in-history/alexander-wood), donde se señala que la primera persona en recibir tratamiento para el dolor por vía intravenosa por parte del Dr. Wood fue una anciana, y refuta el rumor de que su esposa fue la primera adicta a la morfina.Pero quien verdaderamente popularizó el método fue el médico francés Charles Gabriel Pravaz (1791-1855), quien diseñó una jeringa, precursora de las actuales, pero con pistón el mismo año que Wood.Más tarde, Williams Fergusson (1808-1873) la simplificó y luego el fabricante Luer la industrializó con una forma similar a las usadas en la actualidad.En toda aguja luego consta la longitud de la misma y suele figurar el flujo generado según el calibre interno.
Diferentes biseles en agujas hipodérmicas
6 agujas hipodérmicas en conectores Luer; de arriba hacia abajo: 26G x ½" (rosa), 25G x ⅝" (naranja), 22G x 1¼" (negro), 21G x 1½" (verde), 20G x 1½" (amarillo), 19G x 1½" (blanco)