[4] En 2016 Los intendentes que avanzaron en dejar ABSA y pasarse a AYsa figuran (Escobar), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Nicolás Ducoté (Pilar), Julio Pereyra (Florencio Varela), Joaquín de la Torre (San Miguel), .
[cita requerida] Durante el gobierno de Carlos Menem licitaron obras cloacales, por 400 millones de dólares y, financiación mediante hasta 1000 millones.
Estas irregularidades llevaron a que en 1989 Rouselot fuese destituido.
Estas irregularidades llevaron a que en 1999 el contrato fuera rescindido.
Cuando el gobierno rescindió el contrato en 2006, argumentó que Aguas Argentinas falló en ejecutar sus funciones en cuanto a expansión de cobertura y calidad del servicio.
[11] Un factor que puede haber contribuido al término anticipado de la concesión fue su preparación precipitada.
Alcázar y otros enumeran características que señalan un proceso urgente:[12] Además, en la toma de decisiones la agencia de regulación fue circunvalada reiteradamente, por ejemplo cuando el contrato fue renegociado en 1997.
[16] En 2004 las inversiones en infraestructuras no alcanzan un tercio del importe estipulado en el Plan de Mejoras y Expansión, según Solanes, además las necesidades de la población pobre no estaban representadas en el contrato, no se contempló subsidios para los pobres ni la expansión de cobertura fue fomentada, ya que conexiones nuevas no fueron asequible a muchas personas y usuarios nuevos deberían pagar altos costos para la expansión de la infraestructura.
Como parámetro, el Código Alimentario Argentino establece un máximo de 45 ppm.
Además, el 53 por ciento de las muestras presentó contaminación con escherichia coli.
Los usuarios que pagan la factura mínima sufrieron un incremento del 177%.
[21] El “modelo de gestión participativo”, implementado entre el Estado, los Municipios y Aguas Argentinas, que benefició con conexiones domiciliarias de agua potable a unos 100.000 habitantes de vecindarios pobres y barrios marginales del gran Buenos Aires, entre los años 2003 y 2005.
Así se espera mejorar la calidad de las aguas costeras, inyectando los efluentes a mayor distancia de la costa respecto a la situación actual.
[28][29] En los primeros siete años tras su creación, Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) invirtió 11.560 millones de pesos en el mantenimiento y en la expansión de los servicios al público en general.
[29][30] De las empresas estatizadas en el periodo 2003-2013, AySA es la que presenta con más claridad el aumento en la calidad del servicio brindado con relación a la anterior gestión privada.
Aunque la multinacional Suez sostenía que con el precio de las tarifas no podía realizar las inversiones a las que estaba comprometida por contrato, el Estado nacional pudo hacerlo sin aumentar las tarifas al consumidor final.
[35] En el año 2013 empezó a construirse la planta potablizadora Del Bicentenario, en el Partido de Berazategui, en el Gran Buenos Aires, que se estima beneficiará a unos 4 millones de habitantes.
[40] Respecto a la productividad laboral, la estatal AySA tenía 1,5 empleados por 1000 conexiones en 2008.
[41] Este nivel indica una productividad laboral más alta que en muchas empresas de agua en otros países de América Latina, similar al nivel alcanzado en Chile.
La depuración de los efluentes cloacales se realiza en cuatro plantas depuradoras: el establecimiento Sudoeste que descarga al Río Matanza, la planta Norte descargando al Río Reconquista, El Jagüel y Barrio Uno, descargando en un afluente del Río Matanza.
Según AySA eso asegura la calidad bacteriológica del agua entregada.
Consumidores medidos pagan una tarifa en dos partes, un cargo fijo que corresponde a 50% de la cuota fija con un consumo de 10 m³ por mes incluido (base libre) más una parte que corresponde al volumen del agua consumido.
Estos se encargan de seleccionar a los beneficiarios y enviar los listados al Ente Regulador y su Comisión de Usuarios para su aprobación.
En 2007 119.000 usuarios (4% del total) beneficían de esta tarifa social.
[41] Eso significa que AySA no solamente tiene ninguna capacidad de autofinanciamiento de sus inversiones, pero depende en un alto grado sobre subsidios para cubrir sus gastos operativos.
[cita requerida] En el gran Buenos Aires la empresa estatal (OSN) había invertido US$ 25 millones por año en sus 10 últimos años, Aguas Argentinas SA aumentó la inversión anual promedio a US$ 200 millones por año entre 1993 y 2000.
El Gobierno Provincial y el Gobierno Nacional están financiando obras en los Partidos del Gran Buenos Aires fuera del área de responsabilidad de AySA.
[64][65] Este programa incluye una serie de dos préstamos, llamados APL1 y APL2 según sus siglos en inglés.