Azahar es una palabra de origen árabe que significa ‘flor blanca’.
Además del tradicional Roscón de Reyes, son muchos los dulces reposteros en los que el agua de azahar es casi un ingrediente imprescindible, como brioches, almíbares, magdalenas y bizcochos.
Dulces con miel y almendras u otros frutos secos se ven favorecidos con la adición de este ingrediente aromático con sabor a flor y esencia de naranja, sutil a la vez que profundo.
Hay quien hace el agua de azahar en casa, aunque para una mayor conservación se recomienda el destilado en alambique.
Para no dañar los futuros frutos se colocan unos sacos bajo los árboles en los que caerán los pétalos.