Agrupación Escolar Tradicionalista

[1]​ Los orígenes de la Agrupación Escolar Tradicionalista como tal se hallan en Barcelona.Afirmó asimismo que los estudiantes tradicionalistas venían a acentuar el renacimiento espiritual, por lo cual habían decidido añadir al lema tradicionalista de «Dios, Patria y Rey» las palabras «Tradición y Ciencia», la primera de ellas —tradición— para que les inspirase, y la segunda —ciencia— para trabajar en pro de sus ideales en el orden intelectual.Debido a la fuerza del carlismo en Navarra, durante los años 30 fue especialmente importante la AET de Pamplona, que lideraba Jaime del Burgo y que mantuvo posiciones cercanas al llamado Núcleo de la Lealtad auspiciado por el periódico El Cruzado Español.Somos jóvenes carlistas, y nuestra juventud comprende que eso no es Carlismo.Carlismo es actividad, es movimiento, es organización, es lucha constante, es sacrificio y es hermandad».La publicación afirmaría en ocasiones la necesidad de una «revolución carlista» para destruir tanto el marxismo como el «capitalismo explotador».[26]​ Al estallar la Guerra Civil Española, muchos aetistas ingresaron en el Requeté, combatiendo en el bando nacional.En un manifiesto publicado por la AET en marzo de 1937 en el Noticiero de Soria, titulado El Tradicionalismo y la Enseñanza, se mostraba favorable a una «gran hermandad entre todos los componentes del Claustro Escolar», y afirmaba querer formar «con el estudio al mismo tiempo que con las armas, la España Imperial, con la Cruz y la Corona», así como su voluntad de seguir luchando contra el comunismo.Como consecuencia de los incidentes, Astiz resultó detenido y Zaldívar expulsado del partido único.En 1946, con ocasión de la visita del cónsul británico a Madrid, la AET organizó junto al SEU una «manifestación patriótica» antibritánica.[34]​ En los años 50 la AET continuó su oposición al régimen franquista desde postulados tradicionalistas.No obstante, un autor ha señalado que en su prensa y propaganda aparecieron diversas «manifestaciones explícitamente anticapitalistas y por la lucha de las reivindicaciones sociales junto a "extremismos de izquierda"».[35]​ Por ejemplo, en 1956, en una hoja titulada Vivimos descontentos, se afirmaba que «las estructuras sociales burguesas y el sistema capitalista no deben seguir vigentes».[cita requerida] Sin embargo, las alusiones a la «Cruzada del 18 de julio» seguirían siendo constantes en esta época, como muestra el boletín A.E.T.[37]​ Aunque durante estos años la AET colaboró con el régimen, no se integró en la estructura del Movimiento Nacional, pues, según Massó, lo que pretendían era «utilizar a Franco».Para Massó, los enemigos de la AET «ya no eran los falangistas, ni Franco, sino los juanistas».El propio Pérez-España reconocería años después: Por entonces Madrid era el núcleo más fuerte de la AET, pero existía una importante implantación en Zaragoza, Barcelona, Valencia, Pamplona, Santiago de Compostela, Valladolid, Murcia y Oviedo.En Murcia llegaron a tener a más de cien afiliados con carnet, y en Oviedo durante el curso 1957-1958 existieron grupos organizados en todas las facultades y centros de enseñanza.fueron implicándose en el emergente movimiento estudiantil antifranquista, así como impulsando planteamientos progresistas dentro del carlismo, a través de publicaciones como la revista Azada y Asta (editada en Santander), en la cual en 1961 ya había sido mencionada la expresión «Monarquía Socialista».[42]​ Al crearse el Movimiento Obrero Tradicionalista (MOT) en 1963, se inició una dinámica de intensa colaboración entre esta organización y la AET.En esta reunión conjunta, la AET y el MOT no se limitaron a tratar cuestiones exclusivamente sindicales o estudiantiles, sino que fue debatida la urgencia de realizar profundos cambios en el movimiento carlista.[45]​ El nivel de radicalidad política y social en que se había situado la AET es bien evidente en sus boletines regionales; en uno de ellos afirma «bendito sea el comunismo que apoya una vida más digna».En 2007 la Agrupación de Estudiantes Tradicionalistas fue reconstituida en Salamanca y legalizada como asociación el año siguiente.En Salamanca, la AET se destacó por sus ciclos de conferencias, con la intervención de importantes personalidades del tradicionalismo y el catolicismo intelectual actual como Miguel Ayuso, Consuelo Martínez-Sicluna, Gabriel Díaz Patri, Antonio Pérez Urdániz, Emilio Cervantes, Felipe Widow y Juan Cayón Peña.
Emblema de la Agrupación Escolar Tradicionalista (años 30)
Estandarte de la A.E.T. de Barcelona (1912)
Cabecera de la revista a.e.t , fundada en Pamplona en 1934.
Mitin organizado por la AET de Madrid en el Cine de la Ópera (enero de 1934).
Carné de la AET de Vizcaya en los años 30.
Texto que figuraba en el carné de la AET de Barcelona (1943) según su boletín de información.
Logotipo de la AET (2008)