Se encuentra principalmente en los desiertos de Chihuahua y Sonora, casi siempre sobre piedra caliza.Se ha aislado del Agave lechuguilla una saponina esteroidal llamada esmilagenina.[3] Los síntomas que presentan los animales envenenados son: pérdida del apetito, hinchazón de la piel y de las orejas, y ojos llorosos; la piel blanca es muy afectada, desde pequeñas inflamaciones hasta escoriaciones y necrosis; la coloración se torna amarillenta.[3] Agave lechuguilla fue descrita por John Torrey y publicada en Report on the United States and Mexican Boundary [...] Botany 2(1): 213–214.La palabra agave alude, pues, a algo admirable o noble.