La lucha aérea contra el fuego consiste en el uso de aviones (especialmente aviones cisternas que en muchos casos, aunque no siempre, son hidroaviones adaptados) y otros medios aéreos para apagar incendios.
Los productos químicos utilizados para combatir los incendios pueden incluir agua, los potenciadores del agua, tales como espumas, geles, y especialmente retardantes de llama de formulación específica.
[2] En principio un avión es suficientemente eficiente para transportar una cantidad considerable de agua a largas distancias.
También se pueden convertir aviones de carga militares en aviones cisterna, instalando tanques de agua en la bahía de carga interna, se abre la compuerta trasera y el agua es liberada desde la parte trasera del avión, el agua cae por la fuerza de gravedad sobre la zona del incendio con el avión volando a baja altitud.
El avión "cortafuegos" más grande del mundo es el avión-cisterna Evergreen 747 Supertanker, un Boeing 747 que puede llevar 77.600 litros de agua mezclada con retardante de llama.