Edesio

Según Eunapio de Sardes, discrepaba de Jámblico en algunos puntos referentes a la teúrgia y la magia.

Edesio modificó al parecer sus doctrinas temiendo la persecución del emperador Constantino II y se refugió en la adivinación.

[1]​ Un oráculo en hexámetros le indicó que la vida pastoril sería su único refugio, pero sus discípulos, calmando quizá sus miedos mediante una interpretación metafórica, le instaron a retomar sus clases.

Se asentó en Pérgamo, donde fundó la escuela que lleva el nombre de esta ciudad, y que contó entre sus discípulos con Eusebio de Mindos, Máximo de Éfeso, Crisantio, Eunapio de Sardes, Salustio el neoplatónico y el futuro emperador Juliano.

[2]​ Cuando este accedió al poder, invitó a Edesio a la corte, pero el sabio consideró que le faltaban las fuerzas necesarias, y envió en su lugar a dos discípulos suyos, Crisantio y Eusebio.