Adriana Rostán
[2][4] Era hija de un diplomático español lo que explicaría su relación cercana con la realeza.[2] Sus obras fueron populares en los primeros años del reinado isabelino y su nombre está incluido entre los de los grandes exponentes de la miniatura española del siglo XIX.[6] En esa fecha ya era calificada como notable pintora y debía ser conocida por sus aptitudes pictóricas.[2] Trabajó en el Establecimiento fotográfico de los señores Alonso Martinez y hermano en Madrid ejecutando retratos en miniatura y retocando fotografías a la acuarela.Entre ellas figuraba una miniatura retrato de una respetable dama con el rostro amable encuadrado en tirabuzones hecha por Adriana Rostán.