Addiator

No realizaba más que las operaciones aritméticas de suma y resta.

El Addiator era un aparato ligero y muy portátil, pensado sin duda para ser llevado en un bolsillo.

La parte frontal presentaba una serie de ranuras verticales dobles; cada par (formado por una mitad superior y la inferior situada bajo ella) correspondía a una posición decimal de los números manejados.

Las ranuras ocupaban la mitad central del aparato, mientras que los cuartos superior e inferior del anverso no estaban perforados; normalmente tenían inscripciones comerciales o publicitarias, pero a veces se inscribían en ellos datos pertinentes a los tipos de cálculo previstos para el instrumento (constantes, factores de conversión, etc.).

Las regletas por su parte tenían dos zonas coloreadas bien delimitadas, que también asumían la mayor importancia en el funcionamiento del aparato.

Salvo este detalle, la forma de operar es luego la misma en todos los casos.

La solución es sencilla: sin levantar el punzón de la muesca se le mueve en sentido contrario hasta que llegue al tope correspondiente.

El Addiator