Sin embargo, tras este nombramiento, Adalberto se volvió contra el emperador debido a desavenencias personales, así como por ambiciones territoriales.
Mientras tanto, una fuerte campaña papal había puesto a gran parte del clero contra el emperador, y Adalberto se convirtió en el líder de los obispos antiimperialistas.
En 1119, Calixto II obtuvo el papado y nombró al arzobispo "legado papal", tras lo cual Enrique atacó Maguncia.
En el pasado, las elecciones de los reyes salios se había convertido en una mero formalismo para legitimar el deseo del emperador reinante sobre la sucesión de sus hijos, más que en una verdadera elección que determinara quien debía ser elegido rey.
Adalberto convenció a la nobleza de que la monarquía hereditaria no respondía a sus intereses, y les persuadió para elegir como candidato al relativamente débil duque Lotario de Sajonia, quien se convirtió en Lotario II.