Gotardo de Hildesheim

[1]​ Luego fue sirviente en la corte del arzobispo de Salzburgo (Austria), donde trabajó como administrador.

[1]​ Ayudó a revivir la regla de san Benito, que luego le proveyó abades para las abadías de Tegernsee, Hersfeld y Kremsmünster para restaurar la observancia benedictina, bajo el patronazgo del emperador Enrique II.

Sus atributos fueron el dragón (representación del demonio) y la maqueta de una capilla.

Se le consideraba el patrono de los vendedores viajantes y se le invocaba para curar la fiebre, la hidropesía, la gota, para curar niños con toda clase de enfermedades infantiles y aliviar los dolores del parto.

También se le invocaba contra el granizo[1]​ y los peligros en el mar[3]​ Es famoso su hospicio para viajeros cerca de Hildesheim (el Mauritius Stift).

Estatua de san Gotardo en Hildesheim
Tímpano representando a Cristo , san Gotardo y san Epifanio de Pavía , en la basílica de San Godehard, en Hildesheim