En 1967, ya con los votos religiosos, viajó a Lima, Perú como misionera durante tres años.
Se instaló en Rochester, New York donde obtuvo una maestría en artes y en historia medieval por la SUNY Brockport.
Esa teología incluyó sus experiencias religiosas, las prácticas y las respuestas a las luchas de la vida diaria.
Un grupo de feligreses comenzó a celebrar manifestaciones y reuniones de oración fuera del edificio, pero con el tiempo se convirtió en una institución en el barrio en el que Isasi-Díaz fue líder y pronunciaba sermones.
Más tarde, en ese mismo día, fue sepultada en el Cementerio Nuestra Señora de la Piedad.