Actas de los santos Nereo y Aquileo

[4]​ En latín el nombre generalmente empleado es Acta SS. Nerei e Achillei (Actas de los santos Nereo y Aquileo), como en las ediciones standard de Hans Achelis (1893) e Albrecht Wirth (1890).

Surius afirma explícitamente haber mejorado el estilo del texto latino encontrado en los manuscritos.

Sin embargo, en un lugar el texto de Surius (nos infantulos emit = nos compró cuando aún éramos niños)[6]​ corresponde a la versión griega (παιδία ἡμᾶς ὑπάρχοντας ὠνήσατο)[7]​ mucho mejor que el texto de los Bolandistas (nos in famulos comparavit = nos adquirió para serle sirvientes).

Entonces él traslada su atención a otra virgen cristiana, Felícula, que prefiere morir como mártir.

Por eso les hace trasladar a Terracina, donde son torturados y, porque declaran que, por haber sido bautizados por el mismo san Pedro, no poder de ninguna manera sacrificar a los ídolos, son decapitados.

[22]​[23]​[24]​ Al enterarse de que es aún mayor la influencia que tienen sobre Domitila otros tres cristianos, Eutiques, Victorino y Maro, Aureliano consigue ser autorizado por el nuevo emperador Nerva a tratarlos como esclavos, si recusan de sacrificar.

Por aplastar a Maro se le pone en los hombros una enorme piedra, que sólo con dificultad setenta hombres logran mover empleando una polea; pero Maro la lleva fácilmente una distancia de dos millas hasta el lugar donde él era acostumbrado a rezar.

[31]​[32]​[33]​ Los historiadores describen la obra somo "espuria",[34]​ imaginaria,[35]​ "leyenda bizarra (que) no merece ninguna fe".

[36]​ Philippe Pergola dice: "La narración está novelada hasta un punto tal que es imposible atribuirle un valor histórico confiable para todas las informaciones no ya comprobadas en otras fuentes.