Aclimatación

Los seres vivos pueden ajustar sus rasgos morfológicos, etológicos, físicos y/o bioquímicos en respuesta a cambios en su entorno.

Sin embargo, no se conocen en profundidad los mecanismos que conducen a ella.

Por ejemplo: el color diferente del pelo de un mamífero en el invierno y en el verano.

Neuronas sensitivas al calor y neuronas sensitivas al frío son importantes en la detección de la temperatura pero no están bien estudiadas las rutas de señalización hasta la expresión génica.

En el caso representado las dos curvas presentan igual pendiente y la compensación puede considerarse como el desplazamiento vertical u horizontal de las curvas que relacionan la tasa metabólica con la temperatura, en otros casos puede cambiar la pendiente, es decir, tener diferente Q10 (Q10 se define como el incremento en la tasa de un proceso al aumentar la temperatura 10 °C), lo cual indica que las enzimas tienen diferente sensibilidad térmica.

En la aclimatización a la temperatura están involucradas proteínas (enzimas) y lípidos de membrana.

Los investigadores encontraron que la trucha arcoíris, Oncorhynchus mykiss, produce dos formas de acetilcolinesterasa.

Esto es, el pez utiliza diferentes formas de la misma enzima en invierno y verano.

Las proteínas HSPs tienen las siguientes funciones:[13]​ Pese a que se ha prestado mayor atención a la síntesis de chaperonas inducidas por el calor el shock por frío también puede inducir su síntesis[14]​ En endotermos la aclimatización a los cambios estacionales en la temperatura involucra: Los cambios de temperatura y el fotoperíodo actuarían como señales ambientales desencadenando los cambios estacionales.

Figura1. Curvas Tasa Metabólica-Temperatura para un ectotermo hipotético aclimatado a temperaturas del verano (línea roja) o a temperaturas del invierno (línea azul). I: temperatura media de invierno y tasa metabólica media de invierno, V: temperatura media de verano o tasa metabólica media de verano. Se produce un desplazamiento hacia arriba o hacia abajo