Por su importancia en las edificaciones, debe estar comprobada y estudiada su calidad.
Los productos de acero de refuerzo deben cumplir con ciertas normas que exigen sea verificada su resistencia, ductilidad, dimensiones, y límites físicos o químicos de la materia prima utilizada en su fabricación.
No podrán doblarse en la obra barras que estén parcialmente embebidas en el hormigón, salvo cuando así se indique en los planos o lo autorice el interventor en la obra.
Todo el acero de refuerzo se colocará en la posición exacta mostrada en los planos y deberá asegurarse firmemente, en forma aprobada por el Interventor, para impedir su desplazamiento durante la colocación del hormigón.
Para el amarre de las varillas se utilizará alambre y en casos especiales soldadura.