El acero de bajo fondo se llama así porque no sufre dicha contaminación nuclear.
Este acero se usa en dispositivos que requieren la mayor sensibilidad para detectar radionucleidos.
A mediados del siglo XX, muchas acerías habían cambiado al proceso BOS que usa oxígeno puro en lugar de aire.
El aire actual transporta radionucleidos, como el cobalto-60, que se depositan en el acero y le dan una firma radiactiva débil.
Los dispositivos que requieren acero de fondo bajo incluyen: Como estos dispositivos detectan la radiación emitida por los materiales radiactivos, requieren un entorno de radiación extremadamente baja para una sensibilidad óptima.