Conviven con otras aceñas como son las de Olivares, la Pinilla.
Ambas en posesión del cabildo catedralicio hasta el siglo XX.
[1] Estas aceñas se encuentran aguas arriba del puente de Piedra, en el margen izquierdo.
Se abandonaron y finalmente tuvieron que ser rehabilitados como museo en mayo de 2003.
A pesar de estas intervenciones permanecen cerrados hasta 2012.