Acari o Acarina (del griego ἀκαρής akarés, ‘diminuto’, ‘que no se corta’), comúnmente denominados como ácaros, son una subclase de arácnidos,[1] aunque durante mucho tiempo fueron considerados un orden.El tagma posterior, conocido como idiosoma (parasitiformes) o histerosoma (acariformes) lleva las patas y ha perdido todo rastro externo de segmentación.La alimentación se realiza primariamente a base de comida fragmentada (excepto en varios grupos derivados).[4] Los ácaros tienen hábitats muy diversos y han colonizado casi todos los ambientes, tanto terrestres como dulceacuícolas y marinos (hasta los 5000 m —metros— de profundidad), incluso los más extremos como los polos y las altas montañas, los desiertos, el suelo hasta una profundidad de 10 m, aguas termales con temperaturas superiores a 50 °C (grados Celsius).La relación de los ácaros con respecto a otros arácnidos no se considera todavía resuelta.La relación entre estos taxones es controvertida, se ha propuesto varias filogenias y posiciones.[7][8] Los análisis filogenéticos han dado las siguientes relaciones entre los órdenes de ácaros:[9] Sarcoptiformes Trombidiformes Opilioacarida Mesostigmata Holothyrida Ixodida La taxonomía de los ácaros es compleja y no está aún resuelta.Los ácaros abundan en colchones, mantas, almohadas, sábanas y sofás, ya que son dermatófagos.En altitudes superiores a los 1100 m s. n. m. (metros sobre el nivel del mar), los ácaros dejan de tener buenas condiciones de vida, siendo las regiones montañosas consideradas como lugares ideales para combatir las alergias y el asma.Entre estas medidas están: Los acaricidas son sustancias químicas no tóxicas para los seres humanos, con capacidad de eliminar los ácaros.
Un ácaro visto al microscopio electrónico de barrido.