Habita en madrigueras, pero también bajo rocas y en troncos en descomposición.
Se alimenta de casi todos los animales pequeños que estén en su hábitat, como grillos y langostas, o pequeños mamíferos, como ratones.
La tarántula de rodillas blancas es muy apetecida como mascota, debido a su tamaño y su coloración.
Son ligeramente defensivas, capaces de proyectar hacia el agresor sus cerdas urticantes, que en el caso del humano son algo irritantes.
Son fáciles de provocar, pero afortunadamente, dado que poseen cerdas urticantes, morder no es típicamente su primer acto de defensa.