Contó entre sus miembros con brillantes personalidades de la Renaixença: los filósofos Ramon Martí d'Eixalà, Francisco Javier Llorens y Barba, Josep Torras i Bages; los filólogos y escritores Joaquim Rubió i Ors, Manuel Milà i Fontanals, Marià Aguiló, Josep Balari i Jovany, Josep Lluís Pons i Gallarza y Jacinto Verdaguer.
La Academia practicó el bilingüismo durante todo el siglo XIX, con un claro predominio del español.
No obstante convocó, en 1841 y 1857, dos concursos poéticos que sirvieron para la reinstauración de los Juegos Florales.
Aun así, la Academia mantuvo esas normas casi hasta la década de 1930, por el empeño de Ramon Miquel i Planas y Francesc Matheu.
Cuenta con una extensa biblioteca, sala de conferencias y edita diversas publicaciones relacionadas con su actividad.