Academia Nacional de Ciencias, Bellas Letras y Artes de Burdeos

Su objetivo es ayudar a desarrollar las ideas, el trabajo y la investigación de los académicos miembros.Cada año concede premios que ponen en valor diversas obras científicas o literarias.Pronto se añaden, según el abad Jules Bellet (1672-1752), a estas tres clases, una cuarta compuesta por un número de señoritas para cantar en los recitales y en los coros, porque «sin una entrada para cantar, no se puede tener una hermosa ejecución musical.» El emblema de la Sociedad era una lira con el lema Felicius una, llamándose «Academia de Líricas».La primera no pervivió mucho; en cuanto a la segunda, continuó centrándose en la física al mismo tiempo que daba conciertos en casa de uno u otro de sus miembros hasta el día en que, en 1711, se trasladó a la rue des Ayres, en casa del señor Bretons, abogado.La inquietud por todas las novedades intelectuales exigió la apertura de esta asociación a nuevas mentes sobre las principales cuestiones del momento que se debían discutir.Para evitar una disputa entre antiguos y modernos, entre físicos y antifísicos, etc., un erudito local, el abad Jules Bellet, convence a sus amigos para buscar un protector que defienda a la Sociedad de cualquier intromisión.Este protector se encargaría de los trámites ante el rey Luis XIV.De François Bellet llegan buenas noticias: el duque estaba preparado para recibir una delegación.Dos meses más tarde, los dos enviados de Burdeos partieron con la mayor discreción.Y así fue cómo, sin que nadie pudiera esta vez frustrar el proyecto, se creó la institución.Se cantó un Te deum y un Domine salvum fac regem.
Sello (1712)
Sello (1828)