Los restos de Acín, hoy en completa ruina e invadidos por la vegetación, se encuentran en el valle del río Ijuez, afluente del río Aragón, en la Garcipollera, a escasa distancia del cauce de dicho río.
El nombre de Garcipollera proviene de haber sido conocido como vallis Cepollaria en la época romana, que en castellano se traduciría como valle cebollero.
Sobre la margen del río, se encuentra un área recreativa comunitaria.
En el siglo XVII se reformó la iglesia y se adosó una nueva nave al muro sur de la ya existente.
Datos demográficos del municipio de Acín entre 1842:[6]