Este es un factor que contribuye al desarrollo de la resistencia a antibióticos, así como la creación de bacterias multidrogorresistentes, también llamadas superbacterias: bacterias relativamente inofensivas, que desarrollan resistencia a múltiples antibióticos y causan infecciones que pueden poner en riesgo la vida.
Además pueden causar «efectos tóxicos», como daños a la flora intestinal.
[4] Por lo tanto, antes de iniciar estos tratamientos, en las infecciones se debería confirmar la etiología bacteriana, identificar los microorganismos implicados y conocer la resistencia presente en el área.
Ejemplos de lo anterior son: la influenza, el resfriado común, bronquitis, algunas infecciones óticas y la gastroenteritis viral.
[11] De acuerdo a Brady, Aldrich y Fishman (2003), otras complicaciones son: problemas renales, colitis por Clostridioides difficile, fiebre por antibióticos y reacciones alérgicas graves.