En verano de 1942, la ofensiva alemana impidió la evacuación del hospital y la familia Pinkenzon fue hecha prisionera por ser judíos.
En ese momento Musia comenzó a tocar con su violín La Internacional, por lo que fue ejecutado con prontitud.
Tras la Gran Guerra Patria, su historia fue ampliamente difundida por la radio y la prensa escrita.
En el lugar de su muerte se construyó un obelisco que sería sustituido por un monumento en 1970.
El escritor Saúl Itskóvich basó en su historia el libro El violín fusilado (Rasstrélyannaya skripka, Расстрелянная скрипка), que serviría de base para el documental animado El violín del pionero (Skripka pionera, Скрипка пионера, Soyuzmultfilm, Borís Stepántsev, 1971).