Abraham Serfaty

A finales de 1930 entra en el Grand Lycée, donde solo había tres estudiantes marroquíes.

Es entonces cuando se le presenta la oportunidad de ser profesor en L'École Mohammadia des Ingénieurs.

En ella sufrieron torturas y aislamiento, reclamando, en vano, ser calificados como presos políticos.

Más tarde, manifestaría: “Los errores de la monarquía marroquí con respecto al pueblo saharaui hacen necesaria la lucha por la independencia, y nuestro deber es apoyarla sin reservas.”[2]​ El único que se atrevió a denunciar las detenciones fue el periodista de L’Opinión, Khalid Jamal.

Ante la noticia, estudiantes de instituto, universitarios y escuelas superiores se ponen en huelga en todo el país para reclamar su liberación.

Será gracias a estas manifestaciones que son liberados el 25 de febrero del mismo año.

Una de esas entrevistas fue para el periódico español Diario 16, que tenía como titular: “Sin respeto a la Constitución, la sucesión en Marruecos será caótica”.

[7]​ En esta entrevista, Serfaty se muestra esperanzado por su posible regreso al país; pues, Dris Basri, ministro de Interior, y otros políticos estaban intentando presionar al rey para que le permitiera volver a Marruecos.

También habló sobre la situación del país desde que está en el exilio; lo describió como un Marruecos en pleno cambio, en el que la gente respondía ante la violencia policial, mientras los partidos y organizaciones políticas no permitían estas actitudes.

Por ello, instaba al monarca a dejar clara su posición sobre quién sería su sucesor[7]​

Además de fundar, con Laabi, una organización revolucionaria que apoyaba la independencia del Sahara Occidental, Ila al-Amam, por lo que fue condenado,[1]​ Serfaty ha mostrado, en distintas entrevistas, artículos y debates, su posición de apoyo en relación con la cuestión saharaui.

[2]​ Asimismo, Serfaty expresará en sus artículos su solidaridad con los movimientos revolucionarios de Palestina, Túnez, Egipto, Sudán, Siria, el Yemen democrático y Vietnam.