Gilberto concluyó la construcción de la nave principal, la torre del crucero y el coro en la parte oeste.Los benedictinos, de la congregación Beuronesa reasumieron el convento en 1892 y al año siguiente volvió a constituirse como abadía.En la primera mitad del siglo XX, Laach tuvo un rol importante en el así llamado “Movimiento litúrgico” (Liturgische Bewegung) con personajes que desde allí promovieron la renovación litúrgica: Odo Casel y el abad Ildefonso Herwegen.Heinrich Böll escribió Billar a las nueve y media (Billard um halb zehn) donde mencionaba un monasterio benedictino, según se cree pensando precisamente en Laach.La parte central está rodeada por la zona monumental del transepto y del Westwerk, ambas flanqueadas por dos torres (una de base cuadrada y otra redonda); además en el cruce del transepto con la nave se yergue un cuerpo octagonal, mientras el Westwerk está dominado por una robusta torre central con volúmenes de paralelepípedo sobrepuestos, que culminan con un techo en pendiente, que marca el punto más alto de la basílica.Las paredes externas están sostenidas por lesenas en piedra más oscura y bandas lombardas.Los capiteles de las columnas están esculpidos con motivos florales, animales o con figuras humanas.El acceso al interior de la iglesia está a un lado del ábside occidental.También los detalles de las pilastras en los arcos llevan delicadas cornisas coloreadas como los demás elementos arquitectónicos.Hay además una Piedad del siglo XV en una pequeña capilla de la nave lateral derecha.